martes, 31 de agosto de 2010

Dinastía de Enriques en El Tiempo

He aquí la represensación de tres generaciones consecutivas del imperio periodístico y político de El Tiempo de Bogotá. La escena debe remontarse hacia finales del decenio de los '60. Al centro aparece el abuelo, Enrique Santos Montejo (1886-1971), quien firmaba la columna La Danza de las Horas bajo el seudónimo de Calibán, como mejor se le conoció. Ganador en 1941 del prestigioso premio periodístico María Moors Cabot, que concede la Universidad de Columbia, de Nueva York, su explosiva pluma fue sin duda la más leida de su época. Su hermano Eduardo Santos (1988-1974) adquirió el rotativo en 1913 y fue presidente de Colombia (1938-1942).

Hasta su muerte, Calibán fue remiso a la máquna de escribir, motivo por el cual para reproducir sus columnas era menester el concurso de un linotipista (*) conocedor de su caligrafía. Pugnaz y controvertido, desafió al clero y fue excomulgado. De tendencias derechistas pese a su militancia en el Partido Liberal, como editorialista fue calificado por sus detractores como "una de las lenguas más viperinas" del país, y como individuo, aún octogenario, de ser una de las braguetas más desaforadas de su entorno social.

A la derecha está Enrique Santos Castillo (1917-2001), uno de los dos hijos del matrimonio de Calibán con Nohemí Castillo. Su otro heredero era Hernando Santos (1922-1999), con quien por décadas Santos Castillo compartió la jefatura de redacción, antes de que este último ocupara la dirección del matutino. No obstante que su tradición familar le atribuye un sensible olfato periodístico, fuentes cercanas a su despacho y a su época afirman no haberle visto nunca escribir un artículo. Todo un clubman —socio del Country Club de Bogotá, donde practicaba el golf, y del Jockey Club— se le recuerda en particular por su intensa vida social y por sus ideas de extrema derecha.

Completa el cuadro Enrique Santos Calderón (1945), a quien sus allegados distinguen como Enriquito. Militante en la izquierda democrática, escribió Contraescape, una de las columnas más leídas del diario, y fue uno de los fundadores de la desaparecida Revista Alternativa (1974-1980), bajo la tutela del futuro Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez. Como su nombre lo indica, fundada para hacerle contrapeso a la prensa oficialista, esta publicación es considerada el más importante proyecto editorial de la izquierda colombiana. Su hijo Alejandro dirige la revista Semana y su hermano Juan Manuel fue elegido presidente de Colombia para el período 2010-2014.

Producto de una unión extramatrimonial de Calibán, según la tradición oral, hay del mismo árbol genealogico otro Enrique: El prolífico escritor, investigador, historiador y también periodista Enrique Santos Molano.

(*) Por supuesto, el linotipista es la denominación para el operario del linotipo, una máquina prácticamente extinguida de la industria editorial, inventada por
Ottmar Mergenthaler en 1896, que mecaniza el proceso de composición de un texto para ser impreso. Su desaparición se explica con el surgimiento de las tecnologías de impresión.

Ver una demostración del linotipo en el siguiente enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=nf0hDWOrnWA
http://www.youtube.com/watch?v=XNpya2yCnJo&NR=1
http://www.youtube.com/watch?v=PRYxOs1oCRY&NR=1
http://www.youtube.com/watch?v=yE0OoWX6TQs&feature=fvw

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